UNA AVENTURA LLENA DE CAOS Vence a la secta de los siameses Calypso para evitar que unan a los clanes de bandidos y se hagan con el poder supremo de la galaxia. Solo tú, un buscacámaras que quiere emociones fuertes, tiene el arsenal y los aliados que hacen falta para acabar con ellos. TU BUSCACÁMARAS, TU ESTILO DE JUEGO Ponte en la piel de uno de los 4 increíbles buscadores de la cámara, cada uno con sus poderes, estilo de juego, árbol de habilidades, y cientos de opciones de personalización. Todos los buscacámaras pueden desatar el caos por sí solos, pero son imparables juntos. MOZE, la ARTILLERA: si Moze necesita ayuda convocará a su fiel máquina, el oso férreo, para conseguir potencia de fuego adicional. AMARA, la SIRENA: Amara, una hábil guerrera muy segura de sí misma, tiene la habilidad de invocar unos puños etéreos y emplear sus poderes de sirena para machacar a sus enemigos. FL4K, el DOMABESTIAS: FL4K vive para cazar, igual que sus fieles bestias, que obedecen todas las órdenes de su amo. ¿Que cuál es su presa preferida? Los bandidos que se lo tienen muy creído. Pobres ignorantes... ZANE, el AGENTE: Zane, especializado en los cachivaches de combate, es experto en colarse en la batalla, sembrar el caos y darse el piro sin siquiera llamar la atención.   RECARGA, DISPARA Y SAQUEA Con tropecientas mil armas y artilugios, cada tiroteo es una oportunidad de ganar nuevo equipo. ¿Armas con escudos autopropulsados? Sí. ¿Rifles que hacen aparecer volcanes escupe-fuego? Cómo no. ¿Armas con piernas que persiguen a los enemigos mientras los insultan? Eso no podía faltar. MÁS BORDERLANDS Descubre mundos más allá de Pandora, cada uno con entornos únicos que explorar y enemigos que destruir. ¡Ábrete paso a través de desiertos peligrosos, lucha en ciudades asoladas por la guerra, viaja por pantanos letales y mucho más! ACCIÓN COOPERATIVA SIN LÍMITES Juega con quien quieras, online o en pantalla dividida, sin importar tu nivel o tu progreso en la historia. Enfréntate a los enemigos y a los desafíos en equipo, pero gana tus propias recompensas. Nadie se queda sin botín.